Fui una ilusa.

Y en estos momentos me estoy dando cuenta de lo idiota que he sido. Puede que hasta hoy fuera una niña pequeña y consentida con los ojos vendados con una cinta del pelo y los oídos tapados con la cera infantil. Pero hoy me doy cuenta de le cantidad de mentiras que hay a mi alrededor. Que aquellos que consideraba amigos, en realidad no lo son, que ni siquiera sé lo que es tener un amigo. Sé que nadie es amigo de nadie en realidad, que siempre criticamos a unos y a otros, solo pensando en las risas que nos vamos a echar con esa historia que me conto. Que las relaciones va y vienen y que pueden hacer mucho daño. Que estando aquí o en la otra punta de España nadie va notar mi ausencia, realmente si yo o quien sea se va de un sitio la gente llora 2 minutos y al final nadie echa de menos a nadie, eso son todo bobadas. Y ahora, aquí echada en mi cama pensando las palabras correctas para escribir aquí y este barullo de información que tengo, echo de menos que las personas no tengamos un botón de off para poder pulsarlo y desconectar un poco de tanta mierda.